Escucho el sonido del whatsapp desde la cocina con toda la
cara sumergida en una nectarina gigante que compré en el mercado y con el jugo
casi hasta la frente pienso que podría ser importante. Pero la situación es muy
engorrosa y miro hacia el cuarto, miro
mis manos, busco algo para limpiarme, miro la jugosa nectarina… baj! ¡Qué
coño! Sea quien sea seguro que puede
esperar. O a lo mejor no. Era una alumna. Ah, qué ¿no les conté? Ahora soy
teacher, hell yeah! Un día algo me cambió y me corté el pelo. …Un momento,
esto tiene toda la pinta de que me voy a ir por las ramas y acabaré
post-poniendo el post como siempre o me quedaré tres días y tres noches (con la
mirada fija en la mezcla) intentando conectarlo todo para darle un sentido.
¡Vamos allá! Un día algo me cambió y me corté el pelo. Me lo rapé. Ya tenía ganas hace bastante tiempo pero me daba miedo arrepentirme y no me imaginaba sin pelo aunque a la vez lo que más deseaba era ser pelada y estar así de fresquita como estoy ahora y además estoy muy sesi. Entonces de repente empecé a tomar un montón de decisiones acertadas. Parece una tontería pero los cambios radicales, así sean simplemente estéticos, ayudan un montón a quitarse los miedos. O a centrarse. O yo que sé si es verdad o casualidad, pero la cuestión es que así se dio en mí. Con la cabeza rapada y como si ya no me importara nada, decidí renunciar a mi trabajo. Sí, ese trabajo de mierda en el que llevo como siete años. Mi segunda licenciatura, mi segunda casa. Siete años por los que ha pasado un montón de gente linda y también gente fea. Siete años de anécdotas divertidas y de ataques de histeria y ganas de matar. Pero sobretodo, siete años de hacer lo que no me gusta para sobrevivir. De limpiar mierda ajena, de servir, de ser explotada y de casi explotar. Y sobre todo, de posponer y opacar mis otras habilidades, capacidades o virtudes. Por miedo. O por vergüenza. En fin, el miedo y la vergüenza en este caso para mí son la misma cosa. (No cuando se trata de cucarachas). Entonces me dije “Karancha, déjate de joder y ponéte a dar clases de inglés que para algo te pasaste diez años de tu vida estudiando, no solo para irte de intercambio a despilfarrar que al final en pedo tampoco es que importaran demasiado tus conocimientos.” Sabias palabras de la mujer madura y pelada que soy hoy. El ejemplo a seguir de mis hermanas menores. El orgullo de mis padres. Carlitos.
Fue así entonces como me enloquecí y me fui a pegar anuncios por el barrio ofreciendo mis clases particulares de inglés. Y me llamaron. Y esa ha sido la decisión más acertada del mes. =)
¡Vamos allá! Un día algo me cambió y me corté el pelo. Me lo rapé. Ya tenía ganas hace bastante tiempo pero me daba miedo arrepentirme y no me imaginaba sin pelo aunque a la vez lo que más deseaba era ser pelada y estar así de fresquita como estoy ahora y además estoy muy sesi. Entonces de repente empecé a tomar un montón de decisiones acertadas. Parece una tontería pero los cambios radicales, así sean simplemente estéticos, ayudan un montón a quitarse los miedos. O a centrarse. O yo que sé si es verdad o casualidad, pero la cuestión es que así se dio en mí. Con la cabeza rapada y como si ya no me importara nada, decidí renunciar a mi trabajo. Sí, ese trabajo de mierda en el que llevo como siete años. Mi segunda licenciatura, mi segunda casa. Siete años por los que ha pasado un montón de gente linda y también gente fea. Siete años de anécdotas divertidas y de ataques de histeria y ganas de matar. Pero sobretodo, siete años de hacer lo que no me gusta para sobrevivir. De limpiar mierda ajena, de servir, de ser explotada y de casi explotar. Y sobre todo, de posponer y opacar mis otras habilidades, capacidades o virtudes. Por miedo. O por vergüenza. En fin, el miedo y la vergüenza en este caso para mí son la misma cosa. (No cuando se trata de cucarachas). Entonces me dije “Karancha, déjate de joder y ponéte a dar clases de inglés que para algo te pasaste diez años de tu vida estudiando, no solo para irte de intercambio a despilfarrar que al final en pedo tampoco es que importaran demasiado tus conocimientos.” Sabias palabras de la mujer madura y pelada que soy hoy. El ejemplo a seguir de mis hermanas menores. El orgullo de mis padres. Carlitos.
Fue así entonces como me enloquecí y me fui a pegar anuncios por el barrio ofreciendo mis clases particulares de inglés. Y me llamaron. Y esa ha sido la decisión más acertada del mes. =)
Ahora que ya todo me chupa un huevo (también me gusta mucho
decir “me la refanfinfla”), me tomaré las clases con humor y comenzaré a
difundir el nuevo anuncio que he creado con tanta dedicación. Espero que les
guste =)
me parece genial tu publicidad! y me gusta tu bloog! te lo dice una casi licenciada en el tema! Besotes carlitos!
ResponderEliminarQuridísima Karancha!!!! arriba!!!!!! sos una genia!!!!!!!!!!!!!!!!! besotes!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTania
jajaja gracias por estar ahí a pie de cañón divinas! muaaa
ResponderEliminarSimplemente genial.besote
ResponderEliminarme da envidia tu no-pelo!!
ResponderEliminarun beso linda
tere
Que hay que hacer para apuntarse a las clases de ingles anabotellesco???
ResponderEliminarEstoy muy interesado
Cambio por clases de malabares! =D
ResponderEliminar